Beneficios y oportunidades de la poda de pinos. Selección adecuada, cortes, herramientas, medidas de seguridad y otras recomendaciones técnicas para ser tenidas en cuenta a la hora de podar las forestaciones de pino.
La poda, sus beneficios:
La poda es la práctica de eliminar ramas, desde la base del tronco aproximadamente hasta un 50% de la altura de la copa de los árboles, con el objetivo de mejorar la calidad de la madera.
La poda permite la producción de madera libre de nudos, y disminuye la conicidad de los troncos.
La calidad de la madera se ve mejorada no sólo en sus condiciones estructurales sino también estéticas, esto hace que logre mayores aplicaciones Industriales. La práctica de podar disminuye el riesgo de incendios al evitar ramas secas y elevar la altura de la copa y mejora el desarrollo de las pasturas al permitir mayor ingreso de luz solar.
Momento oportuno para iniciar la poda:
Corresponde iniciar cuando los mejores árboles no superen los 5 o 6 m de altura y los 9 cm. de diámetro a los 1,30 m de altura. Esto reduce el cilindro central, con nudos y médula, a un diámetro de 13 a 14 cm., teniendo en cuenta la cicatrización de 2 cm de ambos lados del tronco. Estas condiciones según el suelo y la especie que se trate se presentan en la zona de Corrientes y Misiones aproximadamente entre los tres y cuatro años de edad, para los pinos.
La época más adecuada es otoño/lnviemo porque se produce menor daño a la corteza y los cortes cicatrizan más rápidamente.
Selección de arboles a podar:
Es conveniente realizar primero un raleo "perdido" y luego podar todos los árboles que quedan (remanentes), hasta los 2,40 m -2,50 m de altura.
En la segunda operación de poda, se recomienda podar los mejores 350 - 400 árboles, hasta los 4,50 m de altura y en la tercera operación, se recomienda elevar la altura de poda hasta los 6,18 m a los mejores 150 - 200 ejemplares, raleando a los demás.
La selección de árboles para podar se debe hacer no sólo por su tamaño sino sobre todo por la rectitud del tronco.
Cantidad de podas a realizar
El objetivo de la poda es producir madera libre de nudos a partir del centro del tronco (que contiene la medulas y los nudos), por ello se recomienda efectuar por lo menos tres podas no muy separadas entre sí, si es posible cada 2 años, Iniciando la primera, como ya se dijo, cuando los árboles alcancen los 9 cm de diámetro a los 1,30 m de altura.
Altura de las copas a podar:
Se deben cortar en principio las ramas cuando aún están verdes (poda verde), anticipándose a que las mismas se sequen naturalmente en el tronco.
En cada poda es conveniente eliminar no más del 50 % de la altura de la copa desde la base de la misma para no afectar el desarrollo del árbol.
El corte correcto de las ramas:
Las ramas se deben cortar sin dañar la corteza del tronco, con un corte neto en la base de la misma; el corte debe ser con un pequeño ángulo hacia fuera, para evitar herir la corteza cuando se termina el mismo. Si la rama es muy grande se debe quitar parte del extremo de la rama en un primer paso y luego efectuar la poda a través de un segundo corte al ras del tronco.
Se deben cortar las ramitas que suelen quedar en la base del tronco.
Herramientas a utilizar:
En el mercado ya están disponibles tijeras y serruchos adecuados, siendo estas dos las herramientas recomendables.
En general se utilizan las hojas de serrucho de corte de ida y vuelta, y en las podas altas hasta 6 m agregando prolongadores; a mayor altura deberá utilizarse escaleras o accesorios. El uso de machete y/o foisa, produce un daño sobre la corteza con resultados negativos, como manchas en la madera, mayor demora en la cicatrización y restos de rama incorporados al tronco; por lo que no se recomienda su utilización.
Medidas de seguridad a tener en cuenta:
Es frecuente que los residuos de la poda caigan sobre los ojos, independientemente de la altura, siempre es perjudicial y debe protegerse al personal con antiparras. En las podas de 4 m, o de mayor altura, ha de incluirse el uso de casco, recordar que la rama cae con la parte más agresiva hacia abajo.
Relación entre la poda y el raleo:
Es recomendable efectuar un programa combinado de poda y raleo, ya que así se obtienen los mejores resultados con el menor costo.
Si raleamos el monte, previo a la poda, los árboles que quedan y son podados, se verán favorecidos directamente en el desarrollo de sus diámetros, acumulando madera de calidad y sin nudo en forma inmediata; por el contrario, si postergamos la extracción de los árboles no podados, estos pueden superar en desarrollo en poco tiempo, a los que fueron podados, ya que poseen mayor superficie de copa.
Nota: Las recomendaciones presentadas se deben ajustar a la situación particular de cada monte (si es solo forestación o combinado con ganadería o agricultura)
La poda, sus beneficios:
La poda es la práctica de eliminar ramas, desde la base del tronco aproximadamente hasta un 50% de la altura de la copa de los árboles, con el objetivo de mejorar la calidad de la madera.
La poda permite la producción de madera libre de nudos, y disminuye la conicidad de los troncos.
La calidad de la madera se ve mejorada no sólo en sus condiciones estructurales sino también estéticas, esto hace que logre mayores aplicaciones Industriales. La práctica de podar disminuye el riesgo de incendios al evitar ramas secas y elevar la altura de la copa y mejora el desarrollo de las pasturas al permitir mayor ingreso de luz solar.
Momento oportuno para iniciar la poda:
Corresponde iniciar cuando los mejores árboles no superen los 5 o 6 m de altura y los 9 cm. de diámetro a los 1,30 m de altura. Esto reduce el cilindro central, con nudos y médula, a un diámetro de 13 a 14 cm., teniendo en cuenta la cicatrización de 2 cm de ambos lados del tronco. Estas condiciones según el suelo y la especie que se trate se presentan en la zona de Corrientes y Misiones aproximadamente entre los tres y cuatro años de edad, para los pinos.
La época más adecuada es otoño/lnviemo porque se produce menor daño a la corteza y los cortes cicatrizan más rápidamente.
Selección de arboles a podar:
Es conveniente realizar primero un raleo "perdido" y luego podar todos los árboles que quedan (remanentes), hasta los 2,40 m -2,50 m de altura.
En la segunda operación de poda, se recomienda podar los mejores 350 - 400 árboles, hasta los 4,50 m de altura y en la tercera operación, se recomienda elevar la altura de poda hasta los 6,18 m a los mejores 150 - 200 ejemplares, raleando a los demás.
La selección de árboles para podar se debe hacer no sólo por su tamaño sino sobre todo por la rectitud del tronco.
Cantidad de podas a realizar
El objetivo de la poda es producir madera libre de nudos a partir del centro del tronco (que contiene la medulas y los nudos), por ello se recomienda efectuar por lo menos tres podas no muy separadas entre sí, si es posible cada 2 años, Iniciando la primera, como ya se dijo, cuando los árboles alcancen los 9 cm de diámetro a los 1,30 m de altura.
Altura de las copas a podar:
Se deben cortar en principio las ramas cuando aún están verdes (poda verde), anticipándose a que las mismas se sequen naturalmente en el tronco.
En cada poda es conveniente eliminar no más del 50 % de la altura de la copa desde la base de la misma para no afectar el desarrollo del árbol.
El corte correcto de las ramas:
Las ramas se deben cortar sin dañar la corteza del tronco, con un corte neto en la base de la misma; el corte debe ser con un pequeño ángulo hacia fuera, para evitar herir la corteza cuando se termina el mismo. Si la rama es muy grande se debe quitar parte del extremo de la rama en un primer paso y luego efectuar la poda a través de un segundo corte al ras del tronco.
Se deben cortar las ramitas que suelen quedar en la base del tronco.
Herramientas a utilizar:
En el mercado ya están disponibles tijeras y serruchos adecuados, siendo estas dos las herramientas recomendables.
En general se utilizan las hojas de serrucho de corte de ida y vuelta, y en las podas altas hasta 6 m agregando prolongadores; a mayor altura deberá utilizarse escaleras o accesorios. El uso de machete y/o foisa, produce un daño sobre la corteza con resultados negativos, como manchas en la madera, mayor demora en la cicatrización y restos de rama incorporados al tronco; por lo que no se recomienda su utilización.
Medidas de seguridad a tener en cuenta:
Es frecuente que los residuos de la poda caigan sobre los ojos, independientemente de la altura, siempre es perjudicial y debe protegerse al personal con antiparras. En las podas de 4 m, o de mayor altura, ha de incluirse el uso de casco, recordar que la rama cae con la parte más agresiva hacia abajo.
Relación entre la poda y el raleo:
Es recomendable efectuar un programa combinado de poda y raleo, ya que así se obtienen los mejores resultados con el menor costo.
Si raleamos el monte, previo a la poda, los árboles que quedan y son podados, se verán favorecidos directamente en el desarrollo de sus diámetros, acumulando madera de calidad y sin nudo en forma inmediata; por el contrario, si postergamos la extracción de los árboles no podados, estos pueden superar en desarrollo en poco tiempo, a los que fueron podados, ya que poseen mayor superficie de copa.
Nota: Las recomendaciones presentadas se deben ajustar a la situación particular de cada monte (si es solo forestación o combinado con ganadería o agricultura)